viernes, 9 de junio de 2017

El Cuerpo


para ti y tu pie quieto y prisionero.




Su cuerpo es perfecto, imaginario. 
Una isla leída o soñada, de selvas
y calor asfixiantes. Rodeada toda
de mar salada con un ombligo 
 en su centro rebosante de 
dulce agua. 

Por la noche; de la cima de las
montañas a la playa, se cubre
de bruma la baña el rocío.
Se torna la selva espejo, 
 la luna es un destello,
en tus ojos se revuelven
como en un manantial las 
estrellas, sus luces.
luciérnagas del hondo deseo.

Tu piel arena blanca,
tu sonrisa tu voz clamor de 
olas rompiendo espuma y brisa.
Palmas como pestañas.

De tu cuerpo desnudo sólo
alcanzo a imaginar mil ojos 
de fieras centelleando en la
oscura selva. 

Naufrago, en tu orilla se doblega
 mi cuerpo, clamor de indómita 
hambre. Toma mis manos,
ciego guía mis pasos...
eh de perderme...
llévame por los senderos
déjame vagar por tu cuerpo,
déjame saber si eres real o sólo
un sueño.





Paintings credits: Henry Rousseau, El sueño (1910)